1.21.2017

Regresando de unas vacaciones "acortadas" y otras cosas

¡Hola a todos!
 ¿Cómo han pasado estos primeros días del 2017? ¿Empezaron bien o mal el año? Si me lo preguntan a mí, diría que empecé bien el año… hasta que me tiraron un enorme ladrillo de cinco kilos en mi cabeza y se arruinó todo.
¿Cómo pasó esto? Bueno, les cuento.

Había empezado el año bien y con la mejor de las sonrisas en la playa, que, por cierto, esa fue la razón por la que me volví a ausentar en el blog (y no pude escribir una entrada de “cerrado por vacaciones” por falta tiempo). No ocurrió ningún incidente ni nada malo durante el primer día del 2017. Solo disfrutaba de los días estando lejos de casa, sin tener que estar tan conectada a las redes y con una buena provisión de libros, que me llevé de casa, para poder leer en la playa.
Sin embargo, esa felicidad vacacional no duro mucho tiempo.
Unos días después del inicio del año, habíamos recibido una llamada de mi abuelo que nos comunicaba que nos entraron a robar en la casa. Si, linda forma para arruinar unas vacaciones en familia. ¿No? Así que mis padres, mi hermana y yo tuvimos que empezar a empacar y regresar a casa al día siguiente. Me ahorraré las palabras en expresar como nos sentimos ante el hecho de que nos acortaron las vacaciones y por ello nos obligaron a volver a casa por adelantado. Solo diré que el regreso fue una mierda y que yo ni siquiera fue directo a casa. Tuve que quedarme en la casa de mis abuelos porque, conociéndome, seguro que hubiera terminado teniendo un ataque de histeria o me hubiera desmayado apenas hubiera visto el desastre que han dejado.
Y acerté en mi decisión de no ir a casa apenas regresamos. Me terminaron mostrando las fotos de cómo quedó todo: toda la casa estaba de patas para arriba (especialmente mi habitación que era imposible de entrar hasta que empezaron a sacar las cosas tiradas).
No se han terminado de robar tantas cosas. Tampoco han rompido tantas cosas como me temía. Fue más revuelto que otra cosa. Ver el desastre que dejaron (el cómo han tirado muchas cosas, que casi te rompan el árbol de navidad y en ver cómo entraron) fue lo que más me ha entristecido y enojado.
De todo eso, doy gracias que no hubiéramos estado en casa y que no hubiera ocurrido algo peor. Aun así, después de lo ocurrido, tengo la impresión de que el próximo año no nos podremos ir de vacaciones. Tal vez me equivoque y que de última ocurra lo contrario. Pero quien sabe.

Ahora, en estos últimos días, las cosas empezaron a normalizar de a poco. Pudimos poner toda la casa en orden, empezamos a reemplazar las cosas que nos robaron (aunque sea una cosa a la vez) y casi volvimos a la rutina habitual cuando se trata de pasar las vacaciones en casa. Aunque debo admitir que, a veces, mi cabeza aún continuaba en la playa y tuve días en las que no me acostumbraba la idea de pasar el resto del mes de enero en casa.
Miro el lado bueno de estar en casa (obviando que lo único malo es comerme un horrible calor infernal y justo hoy el tiempo está “aceptable” que digamos) es que me puedo hacer cosas que no puedo hacer en la playa (cofcofNetflixcofcof) o que empiece a estar al día con todo o que pueda hacer todo el ruido que quisiera sin que me pidan hacer un silencio sepulcral.
He podido leer los tres libros del año; lo cual fue muy poco en comparación con los años anteriores pero con todo lo que pasó del robo mi cabeza no daba para continuar leyendo por unos días. En el medio de todo, me he enganchado con una nueva saga que está a un paso de convertirse en una de mis favoritas: las Crónicas Lunares de Marissa Meyer.

Estoy que escucho el opening de YOI unas cinco o diez veces al día.

Después de muchos años, finalmente, he vuelto a empezar a ver anime después de todo el problema que se generó con mi netbook el año pasado. Y que mejor manera de empezar que ver Yuri!!! On Ice. Si, decidí a ver el anime de los patinadores de hielo que tanto hype he visto en twitter y, no puedo creer que diga esto, me está encantando muchísimo (y eso que solo llevo visto solo la mitad).
Y claro, no me olvido también del hecho de que puedo usar Netflix ahora que estoy en casa. No tarde en empezar a ver una nueva serie (y no terminar con la tercera temporada de Bojack Horseman o empezar a ver la segunda temporada de Shadowhunters – que seguro me pondré al día dentro de poco – o retomar con la serie de Hatters Back Off!!) que se estrenó hace muy poco tiempo y me termino gustando bastante: A Series of Unfortunate Events. Desde que se anunció esta nueva adaptación de los libros de Lemony Snicket, supe que tenía que verlo. Yo era de las que conocía la historia de los hermanos Baudelaire por haber visto su adaptación a película en 2004 y no por los libros. Ya sabía que la película solo adaptaba los tres primeros libros y que eso apenas era el comienzo de una larga historia de esos eventos desafortunados en la vida de los hermanos Baudelaire. Por lo que se convirtió en otra adaptación de una saga de libros sin posibilidad de continuar. Así que cuando me enteré de su nueva adaptación, que iba a ser fiel a los libros y como iba a ser todo lo demás me sentí muy contenta.

Es una lastima que durase solo unos 8 episodios (que adapta los primeros cuatro libros),
pero al menos la siguiente temporada adaptaran las siguientes cinco novelas de la saga.

Lo terminé de verlo tan solo hace unas horas y debo confesar que estoy en plan “me muero por ver la segunda temporada”. Con esto y lo de las Crónicas Lunares voy a estar todo el año reuniendo toda mi completa paciencia para no caer en un estado de agonía o de desesperación total (bueno, ya exagero un poco con lo último).
Acabo de darme cuenta de que me he ido de las ramas y que ya debería terminar de escribir esta entrada (tengo un libro que está esperando que continúe leyéndolo).
Es un gusto regresar al blog y de volver a poner las manos en el teclado. No puedo asegurarles al 100% cuales serían las próximas entradas que escribiré pero les puedo asegurar que seguiré con el mismo ritmo del año pasado: sin apuro alguno y, por lo menos, una entrada por semana (o el tiempo que requiera hacerlo).
Les deseo un buen comienzo de año y un feliz verano (que espero que baje un poco el calor en los próximos días).
Hasta pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario